La psicología sistémica parte de una simple y fundada afirmación referida a que «Un sistema es una estructura cuyas partes están interrelacionadas entre si».
Si tomamos como unidad del sistema a la familia o a la pareja, nos encontramos con que la familia es una sistema donde todos sus miembros están interrelacionados entre sí y, donde cualquier cambio en cualquiera de sus miembros alterara el equilibrio del sistema. Este forma de concebir las relaciones hace que la terapia de la psicología sistémica sea una de la mejores a la hora de abordar la terapia de pareja. La psicología sistémica también nos sirve para enfocar la terapia individual cuando en la evaluación inicial detectemos que parte del malestar de la persona es debido a alteraciones de los diferentes sistemas de los que forma parte (familia, amigos…).
La psicología sistémica incide en todas aquellas perturbaciones psicológicas de la persona producidas por una dinámica familiar desadaptativa, con importantes fallos de comunicación, confusiones de roles o patrones de comportamiento distorsionados, entre otros.
Tal como sucede en la psicología cognitivo conductual, este tipo de terapia tiene una duración limitada en el tiempo (entre 3 y seis meses dependiendo de como este la estructura familiar) y unos objetivos concretos a conseguir.
Se diferencia de la terapia cognitivo conductual, en que para la psicología sistémica sí va a ser importante el pasado, pero no como inductor de traumas, si no como una historia de patrones familiares de comportamiento que tienen repercusión en el presente, al repetirse varios de estos patrones a lo largo del tiempo dentro de una misma familia.
El psicólogo sistémico es participativo dentro de la sesión y señalará tareas para realizar en casa por la persona o por el grupo familiar, dará alternativas, hará notar las emociones que surjan durante el proceso y ayudará a la persona a detectar y entender que es lo que no le está permitiendo ser feliz, centrándose mas la psicología sistémica en las fortalezas de la persona y no en sus debilidades, motivando los cambios, ya que una de las premisas de la psicología sistémica es que el cambio en uno de los individuos que componen el sistema, provoca un cambio en la totalidad del mismo, evaluando los resultados de dichos cambios y centrándonos en destacar lo positivo y en generar nuevas alternativas.
Desde la psicología sistémica no hablamos de pacientes enfermos, sino de una persona que tiene problemas de adaptación en el núcleo de su familia, problemas de relación con su pareja cuando ya el único pensamiento que tenemos es si la pareja tiene arreglo, problemas de comunicación en la pareja o con sus hijos, una persona al fin que sólo necesita salir de su confusión y aclarar su situación para poder seguir su camino solo, sin apoyos.
Muchas veces las personas buscamos ayuda para solucionar problemas pero según sean estos, a veces tenemos que aprender a vivir con ellos, porque la vida consta de todos estos ingredientes positivos y negativos, momentos intensos, creación de compromisos, relacionarse satisfactoriamente con los demás y a veces los problemas podemos verlos como los desafíos que necesitamos para sentirnos vivos.
Todos tenemos problemas mas o menos similares a los que tienen nuestros conocidos así que la infelicidad a veces, no reside en tener o no estos problemas, sino en como los vivimos y nos enfrentamos a ellos.
Si quieres mas información acerca de en que consiste la terapia de pareja sistémica o la terapia familiar haz clic aquí para ponerte en contacto conmigo.